CUIDADOS DE LA PIEL EN EL ALZHEIMER (Por Angélica Martín Molina)

La piel hay que cuidarla y nutrirla tanto por dentro como por fuera. No cabe una buena conservación de ésta si la persona tiene déficits alimentarios y una vigilancia diaria de su estado, previene a tiempo problemas de salud mayores

A la hora de aplicar cremas, recordar las que las hidratantes convencionales son más bien aceitosas, por lo que no son la primera opción en zonas que sean propensas al sudor, como son las ingles. Y es que tan malo es no hidratar, como hacerlo en exceso, puesto que estaremos provocando maceraciones y demás lesiones en la piel. Una buena opción: las cremas con textura pasta al agua. Son más densas, se extienden con más dificultad, pero al hacerlo, mantienen un grado óptimo de humedad en la piel y la película protectora que hacen en ella es mas resistente.

Cuidamos de una persona con Alzheimer  y podemos estar hablando de alguien que tiene trastornos conductuales, que puede sufrir lesiones como cortes o contusiones sin tener la capacidad de comunicarlo y sin que nosotros nos demos cuenta en el momento que suceden.

El momento de la higiene, es el adecuado para observar la piel, vigilar en especial las zonas críticas como zona del pañal, zonas de piel que tengan pliegues y que no estén a la vista de manera común.

En aquellas personas con incontinencia, la zona genital e ingles son propensas a sufrir lesiones, desde leves irritaciones hasta problemas más serios como son los hongos.

Los hongos son lesiones muy molestas que provocan enrojecimiento de la piel, quemazón y sobretodo picor. Aparecen en zonas de la piel con exceso de humedad y pueden hacerlo en cualquier parte, incluso, en las manos (pensemos en el paciente de Alzheimer en fase avanzada con rigidez muscular en sus manos y las mantiene constantemente cerradas)

Otro problema importante de la piel a señalar y que preocupa a los familiares en estadios más avanzados de la enfermedad, son las UPP. Van a ser un riesgo cuando la persona con Alzheimer pierde movilidad y permanece mucho tiempo en una misma posición, porque las zonas de presión se van a mantener. Las úlceras van a ir desde simples rojeces que no desaparecen al eliminar la presión, grado 1,  hasta un grado 4 en la que hablamos de lesiones profundas que alcanzan al hueso. Es de vital importancia por ello, mantener vigilada e hidratada la piel, especialmente caderas, sacro y talones que son las zonas más comunes en este tipo de lesión.