DISFAGIA EN EL ALZHEIMER (Por Angélica Martín Molina)

La disfagia no es otra cosa que la dificultad para tragar líquidos y sólidos.

Dentro de las causas que la provocan, están las enfermedades neurodegenerativas como son el Alzheimer.

Si hacemos un breve recordatorio anatómico, al tragar nuestra lengua empuja el alimento hacia atrás, el paladar blando se eleva para evitar que lo que tragamos vaya hacia los orificios nasales, y la epiglotis, funcionando como una palanca que baja, cierra la tráquea evitando que lo que traguemos vaya a tráquea y pase en cambio al esófago.

Cuando hablamos de disfagia en el Alzheimer, todo este juego nervioso y muscular falla, dificultando la deglución

Su aparición no es de forma brusca, y nos daremos cuenta de ella principalmente porque la persona sufre golpes de tos cuando bebe líquidos claros (agua). Irá evolucionando a medida que avanza la enfermedad, haciendo que la dieta se vuelva cada vez más triturada.

Es un problema que hay que saber observar y no menospreciar, porque la disfagia está asociada a procesos infecciosos respiratorios, como es la neumonía por aspiración (no nos referimos a un atragantamiento un día, si no a pequeñas aspiraciones que van siendo regulares en la persona), también a riesgo de deshidratación y malnutrición, el miedo a atragantarse hace que tengan miedo de comer  o beber.

Tres medidas fundamentales para tratar la disfagia: postura corporal correcta, espesantes en líquidos e ir adaptando la comida.

A la hora de comer o beber, la postura más segura es la que nos mantiene nuestra boca en ángulo recto con nuestro cuello. Hay que evitar que la cabeza quede hacia atrás, ay que esta postura hace que la vía aérea se abra más.

La comida por otro lado también se irá adaptando paso a paso. Nada de dar dieta completamente triturada en el momento que hay disfagia, pero si tener precaución con ciertos alimentos: espinas, huesecillos, alimentos fibrosos, secos, duros, alimentos que sueltan jugos al morder…

Recordar que cuando hablamos de dieta triturada, no debemos  olvidar la variedad de alimentos en ella, y muy importante, no olvidarnos de la parte proteica (carne, pescado, huevos, legumbres). Deciros también que si recurrimos a dieta triturada ya preparada, lo que popularmente conocemos como potitos, no debemos utilizar los comunes para bebes o niños pequeños. Hablamos de alimentar a una persona adulta y los productos que compremos, deben de cumplir las necesidades nutricionales de un adulto.